lunes, 4 de julio de 2011

La Biblia



Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a “La Biblia”, es que:
a) La Santa Biblia contiene en su escritura la Palabra de Dios y ningún otro libro es de origen celestial.
b) La Biblia, por ser de inspiración divina, es infalible en su doctrina. c) En su contenido se halla la completa revelación del Plan de Salvación y la voluntad de Dios para el hombre.
d) Por su naturaleza es eterna.
El origen de la Biblia
“Es una colección de libros que fueron escritos por hombres guiados por el Espíritu de Dios. De manera que la Biblia tiene un origen divino”, es decir: el hombre registró lo que Dios inspiró en él.
El apóstol Pedro escribió: “… la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana…” (2 Pedro 1:20-21).
Su contenido
En las páginas benditas de la Biblia se encuentra descrita la completa revelación del Plan de Salvación, pues testifican de Jesús. Cristo dijo: “… ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39 parte final).
También describen el gran amor del Padre: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Ellas enseñan al hombre la completa voluntad de Dios, capacitándolo para adquirir Vida Eterna en el Nombre de Jesucristo: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en Justicia. Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra” (2ª Timoteo 3:15-17).
Es en la Biblia donde encontramos el auténtico y veraz conocimiento de lo que es el Padre Celestial y su Hijo Jesucristo (Juan 17:3).
Su Naturaleza
Por más intentos que el hombre haga por extinguirla, ella habrá de permanecer y cumplirse, pues tiene la promesa del Señor de perdurar: “El cielo y la tierra pasarán, más mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35).
Es la palabra que permanecerá perpetuamente:
“Mas la palabra del Señor permanecerá perpetuamente esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada” (1ª Pedro 1:25).

Dios, el Padre


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a “Dios, el Padre”, es que:
a) Dios es la suprema deidad del universo.
b) Es el Espíritu infinito y perfecto, en quien toda la creación tiene su origen.
c) El sostiene y sustenta los cielos, la tierra y todas las cosas que en ellos hay.
La Suprema Deidad del Universo
La doctrina que nos presenta el primer pensamiento de la Biblia es, que HAY UN DIOS CREADOR de todas las cosas (Génesis 1:1). La creencia en esta doctrina es el PRINCIPIO FUNDAMENTAL de nuestra fe; por consiguiente, exige toda nuestra atención (Hebreos 11:6). Los escritores inspirados dan por entendida esta doctrina como una verdad conocida y confesada.
Es aquel al cual se nos invita a adorar y honrar: “Temed a Dios y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”(Apocalipsis 14:7).
Naturaleza y carácter de Dios
Nuestro Señor Jesucristo, el unigénito del Padre, el único que le ha conocido y el único que le ha visto (Juan 6:46), declaró: “Dios es Espíritu…” (Juan 4:24).
Ser Supremo de la Creación
“Así ha dicho Jehová, que da el sol para la luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche; que parte la mar y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre (Jeremías 31:35).
El sustenta la tierra: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en el hay, éste, como sea Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos. Ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo; pues él da a todos vida, respiración y todas las cosas” (Hechos 17:24-25).
La misma Creación manifiesta a su Creador
Las mismas Obras de la Creación prueban la existencia de Dios: “Los cielos cuentan la gloria de Dios y la expansión denuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1).
Todas sus obras prueban la existencia de Dios: “Pues lo invisible de Dios, se puede llegar a conocer, si se reflexiona en lo que él ha hecho. En efecto, desde que el mundo fue creado, claramente se ha podido ver que él es Dios y que su poder nunca tendrá fin. Por eso los malvados no tienen disculpa.(Romanos 1:20). V.P.
“Reconoced que Jehová él es Dios: El nos hizo y no nosotros a nosotros mismos…” (Salmo 100:3).

La Pre-existencia de el Hijo de Dios


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a “La Pre-existencia de el Hijo de Dios”, es que:
a) El Hijo de Dios, antes de humanarse, ya existía.
b) Fue engendrado por Dios en la Eternidad.
c) Desde el principio ha compartido en plenitud la gloria con el Padre.
d) En la creación del universo, El estuvo presente y fue el agente principal para traer a la existencia todas las cosas.
¿Desde cuándo existe el Hijo de Dios?
Encontramos en los evangelios que, conforme a las profecías, Jesús, el Hijo de Dios, nació de una virgen en Betlem de Judea. Pero el Hijo de Dios ¿existe sólo desde que nació de aquella virgen llamada María?¿O acaso Jesús ya existía antes de nacer de María?
Las Escrituras enseñan con toda claridad que nuestro Señor Jesucristo existió antes de su encarnación. Al nacer de la virgen María solamente se humanó; es decir, tomó forma humana para ser semejante a nosotros; y en esa condición, poder ayudar a la humanidad, muriendo por nuestros pecados.
El evangelista Juan, haciendo alusión a la pre-existencia de Jesús, dice: “En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho” (Juan 1:1-3).
En dichos pasajes, Juan afirma lo siguiente:
1. El Verbo era desde el principio
2. El Verbo era con Dios
3. El Verbo era Dios
4. El Verbo tomó parte principal como hacedor de todas las cosas. Después, el mismo Evangelista, declara: Y aquel El Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).
Su gloria y Condición
Desde un principio, disfrutó de la gloria y divinidad de su Padre: “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Hebreos 1:3).
Cuando fue enviado a la Tierra, dejó su gloria, pero al estar por retornar al cielo, la volvió a solicitar de parte de su Padre: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese” (Juan 17:5).
Jesús tomó parte activa en la creación, siendo el agente principal para traer a la existencia todas las cosas: Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho” (Juan 1:3).
“Porque por él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades todo fue creado por él y para él” (Colosenses 1:16).

Jesús, el Hijo de Dios


Lo que la Iglesia de Dios cree y proclama referente a “Jesús, el Hijo de Dios”, es que:
a) Jesús, es el unigénito Hijo de Dios
b) Fue engendrado por mediación del Espíritu Santo, concebido y nacido de María, una virgen
c) Es el Mesías, enviado por Dios para ser Salvador
Jesús, el unigénito Hijo de Dios
Las escrituras definen a Jesús como el unigénito Hijo de Dios: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).
La frase “el Unigénito Hijo engendrado del Padre” revela dos verdades complementarias acerca de Cristo Jesús: 1) Su Naturaleza inherente y 2) su Posición dentro de la divinidad.
Respecto de su NATURALEZA, la frase indica la total Divinidad de Cristo. Por medio del acto del engendramiento, el Hijo consiste de la misma Naturaleza, sustancia o “materia” del Padre.
Respecto de su POSICION, la frase el Unigénito Hijo engendrado del Padre” también indica la relación del Hijo con el Padre. El término “engendrado”, por definición, coloca al Hijo bajo la autoridad del Padre.
Aunque el Padre y el Hijo difieren en FUNCION Y POSICION, la igualdad en Naturaleza del Padre y el Hijo preserva la unidad de la Divinidad.
El Hijo de Dios, hecho carne
El apóstol Pablo declara: “Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley” (Gálatas 4:4). Es decir, que el Padre envió a su Hijo como el mismo Jesús lo declaró: “Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais: porque yo de Dios he salido y he venido; pues no he venido de mí mismo, mas él me envió” (Juan 8:42)“Y nadie subió al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre, que está en el cielo” (Juan 3:31,13).
Así Jesús, el hijo de Dios, al ser enviado a la tierra, nacería de mujer, cumpliendo la profecía de Isaías profeta: “Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo y llamará su nombre Emmanuel” (Isaías 7:14).Correspondiéndole a María el privilegio de ser la madre del Hijo de Dios”.
“Entonces el ángel le dijo: María no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios. Y he aquí, concebirás en tu seno y parirás un hijo y llamarás su nombre JESUS. Este será grande y será llamado Hijo del “Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre”. (Lucas 1:30-32).
Así, María concibió en su seno al Hijo de Dios, y esto bajo la mediación o intervención del Espíritu Santo: “Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque no conozco varón y respondiendo el ángel dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:34-35).
El Cristo, Salvador del Mundo
Jesús, el Hijo de Dios, nacido de María, al manifestarse al mundo como el enviado de Dios, fue reconocido como el Cristo: “Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).Y así se manifestó a los hombres: “Dísele la mujer: Sé que el Mesías ha de venir, el cual se dice el Cristo; cuando él viniere nos declarará todas las cosas. Dísele Jesús: Yo soy, que hablo contigo” (Juan 4:25-26).
Fue Jesús enviado por su padre con la encomienda de salvar al mundo: “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él (Juan 3:17).
Convirtiéndose así en el medio único de Salvación para los hombres: “Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
“En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia”.(Efebos 1:7).

Crucifixión y Resurrección de Cristo


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a “La Crucifixión y Resurrección de Cristo, es que:
a) Jesús fue crucificado en el día de la semana comúnmente conocido como miércoles (la mitad de la semana).
b) Fue colocado en la tumba justamente antes de ocultarse el sol de aquel día.
c) Resucitó exactamente antes de ocultarse el sol del siguiente sábado semanal.
d) Jesús duró en la tumba “tres días y tres noches” (72 horas), cumpliendo así la “Profecía Mesiánica” dada a los judíos, como se relata en Mateo 12:39-40.
Señales de Jesús
Al manifestarse Jesús al pueblo de Israel, a quienes había sido enviado (Mateo 15:24), como el Mesías prometido (Juan 1:41), los judíos siempre estuvieron pidiéndole señal (Juan 6:30) para poder creer en él. No obstante que el Señor les manifestó varias pruebas de que él era el Hijo de Dios (Juan 6:30; 5:36; 14:11); ellos permanecieron indiferentes.
Señal Mesiánica
Debido a la incredulidad e insistencia de los judíos por ver “señal” de parte de Jesús, el Señor da como “señal póstuma”, lo que llamamos “La Señal Mesiánica”, pues para confirmarles que él es el verdadero Mesías prometido, el enviado por Dios como Cristo, les da como señal la profecía del tiempo que duraría en la tumba después de su muerte: Tres días y tres noches (literales y completos), en cumplimiento también de la señal de Jonás profeta: “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal y él respondió, y les hijo: La generación mala y adulterina demanda señal; más señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra, tres días y tres noches”. (Mateo 12:38-40).
Esto se confirma al tener la referencia del tiempo exacto de la resurrección de Jesucristo. Resurrección que aconteció la tarde o fin del día sábado.“Y la víspera (del latín víspera, tarde; una de las divisiones del día romano , que correspondía al crepúsculo de la tarde) del sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro… Y respondiendo el ángel dijo a las mujeres: no temáis vosotros; porque yo sé que buscáis a Jesús, que fue crucificado. No está aquí; porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor” (Mateo 28:1,5).Por lo que, si contamos de la tarde del sábado (tiempo de la resurrección) hacia atrás, se cumplen perfectamente “los tres días y las tres noches” de la Señal Mesiánica: el miércoles por la tarde, día en que murió y fue sepultado nuestro Salvador.
Jesús enfatizó el tiempo de su estancia y permanencia en la tumba y no podemos dudar de su palabra: “ comenzó a enseñarles que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, de los príncipes, de los sacerdotes, de los escribas, ser muerto, y resucitar después de tres días” (Marcos 8:31).

Espíritu Santo


lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente al “Espíritu Santo”, es que:
a) El Espíritu Santo es el Consolador que Jesucristo prometió enviar para que tomase su lugar en el corazón de los redimidos.
b) No es una persona, sino es el poder vivificador que emana de Dios y de Cristo, a través del cual el Padre y el Hijo se manifiestan en el hombre.
c) Por el Espíritu Santo, Dios revela la verdad de las Sagradas Escrituras a los hombres y les da poder para testificar de Cristo.
d) La prueba evidente de la presencia del Espíritu Santo en la vida de los creyentes es la manifestación del fruto del Espíritu.
El Consolador prometido por Jesús
Al aproximarse el tiempo, en el cual nuestro Señor Jesucristo habría de ascender a los cielos dijo:“Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya porque si no fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré” (Juan 16:7).
¿Qué es el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es el poder vivificador (Romanos 8:11) que procede de Dios. “Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí” (Juan 15:26), y procede de Cristo”… Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él” (Romanos 8:9).
A través del Espíritu Santo, Dios y Cristo se manifestarán en el hombre. Nuestro Señor Jesucristo dijo: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos con él morada” (Juan 14:23).
¿En realidad el Padre y el Hijo vienen personalmente al hombre? Desde luego que no, pero se manifiestan en el creyente a través del Espíritu Santo. “…y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado” (1ª Juan 3:24).
Jesús lo definió como “Potencia de lo alto”: “Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalem, hasta que sean investidos de potencia de lo alto” (Lucas 24:49).
Función del Espíritu Santo
El Espíritu Santo revela la verdad de las Sagradas Escrituras: “Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad…” (Juan 16:13).
Evidencia de poseer el Espíritu Santo
La señal de que un creyente posee el Espíritu Santo se manifiesta por tener en su vida las siguientes cualidades o fruto del Espíritu: “Más el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23).
Obvio es entender, que para poseer el Espíritu Santo habrá que andar de acuerdo a la voluntad de Dios, quien sólo concede su Espíritu a los que le obedecen (Hechos 5:32).Jesús lo prometió a quien guardase sus Mandamientos (Juan 14:15-17).

Satanás


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a “Satanás”, es que:
a) Satanás es un ser real, al cual también se conoce con el nombre de Diablo y otros nombres más.
b) Es el adversario de Dios y su pueblo.
c) El introdujo el pecado en el mundo; y desde entonces su labor es la de engañar y hacer caer al hombre en pecado. Por tanto, se nos aconseja rechazarlo y no darle lugar en ningún momento.
d) Su fin está cerca, pues en la Biblia se nos dice que será destruido juntamente con sus ángeles en el lago de fuego, que es la muerte segunda.
Existencia real de Satanás.
Las Santas Escrituras, en su declaración y enseñanza, no dejan lugar a dudas sobre la existencia de un maligno ser sobrenatural y espiritual que se manifiesta en contra de la Obra de Dios, engañando a los hombres incrédulos y tratando de influenciar a los creyentes para que obren en contra de la voluntad de Dios. Se le identifica como “La serpiente antigua” (recordando a quien hizo caer al hombre en el huerto del Edén, Génesis 3:1-15)y se le llama también Diablo: “Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás y le ató por mil años” (Apocalipsis 20:2).
Nombres que se le dan, mismos que denotan su actividad:
• Satanás (Adversario)
• Diablo (calumniador)
• Tentador
• Acusador
• Belial (vileza)
• Beelzebub (príncipe de los demonios)
• Apollyón (destructor)
• Príncipe de la potestad del aire
• dios de este siglo
• El malo
• Maligno
• Serpiente antigua y gran Dragón • 2ª Corintios 11:14
• Mateo 4:1
• 1ª Tesalonicenses 3:5
• Apocalipsis 12:10
• 2ª Corintios 6:15
• Mateo 12:24-27
• Apocalipsis 9:11
• Efesios 2:2
• 2ª Corintios 4:4
• Mateo 13:19
• Efesios 6:16
• Apocalipsis 12:9
Por estas y muchas declaraciones más que nos brinda la Biblia, no podemos negar la existencia de Satanás, ni pensar en él como en una cosa abstracta, etérea e imaginaria, puesto que la Palabra de Dios lo describe como SER REAL.
El adversario contra el cual hay que estar alerta
Siendo la labor de Satanás la de engañar y hacer caer al hombre en pecado, se nos advierte acerca de él: “Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devore” (I Pedro 5:8).
Se nos aconseja rechazarlo, resistiendo sus lazos de tentación: “Someteos pues a Dios; resistid al diablo y de vosotros huirá” (Santiago 4:7).Se nos recomienda permanecer alertas, en su forma de actuar y proceder contra nosotros: “porque no seamos engañados de Satanás, pues no ignoramos sus maquinaciones” (2ª Corintios 2:11).
Por lo tanto, no hay que darle lugar o motivo para actuar: “Ni deis lugar al diablo” (Efesios 4:27).
El Destino de Satanás
El fin de Satanás habrá de llegar, su destino ya está profetizado: “Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles” (Mateo 25:41).
Considerándola a la luz de Apocalipsis 20:14, significa “muerte segunda”, es decir, eterna: “Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda”. Expresión repetida y aclarada en Apocalipsis 21:8 “… en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.

CAIDA DEL HOMBRE


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a la “CAIDA DEL HOMBRE”, es que:
a) El hombre fue hecho a imagen y semejanza del Creador.
b) El hombre fue hecho recto (santo, justo, lleno de verdad e inocencia); pero a la vez, susceptible a las tentaciones.Sin embargo, estaba capacitado para decidir por sí mismo el serle fiel o no a Dios cuando fuera probado.
c) Si permanecía fiel, podría alcanzar la vida eterna.Si sucumbía entonces encontraría la muerte a causa de su deslealtad.
d) En la tentación fue vencido por Satanás y como consecuencia perdió su posesión en la gloria de Dios, atrayendo dolor, sufrimiento y muerte para sí y para toda la humanidad.
La creación del hombre
Después de haber creado los cielos y la tierra (Génesis 1:1), Dios puso su atención en el planeta en que vivimos, lo acondicionó como hogar para el ser que más tarde habría de crear y que llamó “hombre”, quien fue creado del polvo de la tierra (Génesis 2:7) y que creó Dios a su imagen y conforme a su semejanza (Génesis 1:26-27).
El hombre y la tentación
El hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, fue creado recto, es decir: santo justo, lleno de verdad e inocencia; esa fue la conclusión a la cual llegó el rey Salomón, al investigar lo relacionado con el hombre y su creación (Eclesiastés 7:29).
Sin embargo, aunque el hombre fue recto, a la vez era susceptible a las tentaciones; razón por la cual fue sometido a prueba (Génesis 2:15-17).
El hombre, la vida y la muerte
Dios creó al hombre mortal con la oportunidad de poseer vida eterna, puesto que en el huerto de Edén donde fue colocado, Dios había plantado junto con los demás árboles el árbol de la vida (Génesis 3:22.Desde el principio el hombre ha tenido frente de si dos opciones, las que Moisés presentó a Israel: “Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal” (Deuteronomio 30:15).Puesto que el hombre fue creado con capacidad de decidir ser fiel o no a Dios, puede echar mano de la vida haciendo el bien (obedeciendo aDios); o recibir la muerte, si es que hace lo malo (desobedeciendo a Dios).
La caída del hombre y su consecuencia.
El hombre fue vencido por la tentación, no pasó la prueba (Génesis 3:6-13).
Esta caída afectó a toda la tierra y a sus moradores: Dios, por el amor que tiene hacia el hombre, no lo maldijo, pero maldijo a la tierra (Génesis 3:17).
El hombre al caer en trasgresión fue destituido de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Al perder su justicia y santidad, perdió la comunión con Dios, atrayendo dolor, sufrimiento y muerte sobre sí (Génesis 3:16-19) y también sobre la humanidad (Romanos 5:12).

CASTIGO DE LOS MALVADOS


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R.cree y proclama respecto al “CASTIGO DE LOS MALVADOS”, es que:
a) Los pecadores tendrán que encararse al juicio de Dios para recibir la muerte eterna como pago de su maldad y no un tormento eterno.
b) El malvado recibirá como castigo ser lanzado al “LAGO DE FUEGO” que es la muerte segunda.
c) Los condenados por Dios serán destruidos por fuego, quedando reducidos a ceniza y será como si nunca hubieran existido.
Muerte y no tormento eterno para el Pecador.
Si se acepta como válida la doctrina de que el hombre va a ser atormentado eternamente en un infierno de fuego, entonces surge la pregunta:
¿A quién se le promete vida eterna, al justo o al pecador? O ¿Será que a los malos y a los buenos se les va a conceder vida eterna? Porque para que el hombre pecador sea atormentado por toda la eternidad, necesita estar consciente de ese tormento; es decir, debería tener vida eterna para sentir el tormento al que ha sido destinado en la llama del infierno.
Todos deberíamos entender que la vida eterna sólo se promete a los justos, a aquellos que en nombre de Cristo se han hecho acreedores a ella .Dios es contundente en su declaración sobre la sentencia que el pecado ha de recibir.“… el alma que pecare, esa morirá (Ezequiel 18:20). Y el apóstol Pablo lo afirma: “Porque la paga del pecado es muerte…” (Romanos 6:23).
Lago de fuego, destino para el malvado.
El Señor en su declaración usa las siguientes expresiones: “Apartaos de mí, malditos, al FUEGO ETERNO preparado para el Diablo y sus ángeles”(Mateo 25:41).“E irán estos al TORMENTO ETERNO, y los justos a la vida eterna” (Mateo 25:46).El fuego eterno preparado para el Diablo y para sus ángeles, donde el pecador ha de recibir el tormento eterno, es el LAGO DE FUEGO a donde también han de ir el Diablo, la Bestia, el falso profeta, el infierno y la muerte (Apocalipsis 20:10-14); esto es lo mismo que muerte SEGUNDA.
Se llama “muerte segunda” porque existe la primera, pues está escrito: “Y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una vez y después el juicio” (Hebreos 9:27) para ser juzgados y que reciban el pago de sus acciones, ya sean buenas o malas (2 Corintios 5:10).Si el hombre hizo bien, resucitará para vida eterna; si hizo mal resucitará para condenación eterna (Juan 5:28,29).
Destrucción de los condenados
Muy común es pensar en Dios como el Dios de AMOR y es loable, porque Dios es AMOR (I Juan 4:8,16); pero es menester que tomemos en cuenta que también Dios es fuego consumidor (Hebreos 12:29), razón por la que se dice: “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo” (Hebreos 10:31).
El profeta Malaquías hace la siguiente descripción: “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno y todos los soberbios y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día que vendrá los abrasará y no les dejará ni raíz ni rama” (Malaquías 4:1).

PLAN DE SALVACION


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente al “PLAN DE SALVACION”, es que:
a) El Plan de Salvación fue trazado por Dios el Padre como un medio para que el hombre escape de la pena de muerte pronunciada sobre él.
b) La parte central de este plan es Jesucristo, al cual Dios envió a la tierra para redimir al hombre de la maldición del pecado.
c) La misión que el Padre dio a su Hijo, fue cumplida por éste mediante su vida impecable sobre la tierra; la cual ofreció en sacrificio, derramando su sangre preciosa en el tosco madero de la cruz.
d) El Padre aceptó la muerte de su Hijo como pago de nuestra redención, haciendo posible el perdón de nuestros pecados; por lo cual lo resucitó para nuestra justificación.
e) Este don de Dios que ofrece vida eterna está dispuesto para cuantos lo acepten, bajo las condiciones que Dios ha establecido.
El Plan de Salvación, una expresión del Amor de Dios.
Aunque el Creador y Todopoderoso Dios, desde el principio decretó la muerte para el pecador (Romanos 6:23),a través de sus siervos los profetas también ha externado su sentir diciendo: “Que no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Jehová, convertíos y viviréis” (Ezequiel 18:32).“El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedamos al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).El apóstol Pablo escribe diciendo: “El cual quiere que todos los hombres sean salvos…” (I Timoteo 2:4).Siendo el deseo de Dios que todos los hombres sean salvos y que puedan escapar de la muerte decretada contra ellos por causa del pecado, formó un plan de salvación, el cual llevaría a la práctica su Hijo Unigénito.
El Hijo de Dios y el Plan de Salvación para el hombre
Como el hombre no puede redimirse a sí mismo y en alguna manera redimir a su prójimo (Salmo 49:6-8), Dios envió a su Hijo amado para salvar al mundo (Juan 3:17), dándolo como medio y precio del rescate de nuestras almas: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito para todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Cumplimiento de la misión que el Padre encomendó a su Hijo
La misión que el Padre dio a su Hijo fue cumplida por éste, llevando una vida impecable (I Pedro 2:22),para ofrecerla en rescate por muchos (Mateo 20:28), de lo cual el apóstol Pablo escribió: “El cual se dio a sí mismo en precio del rescate por todos, para testimonio en sus tiempos” (I Timoteo 2:6).Y así fuimos rescatados con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha ni contaminación (I Pedro 1:18,19).
La muerte de Cristo fue un dolor inmenso que también el Padre sufrió por nosotros
Si ciertamente por causa del pecado el hombre fue destituido de la gloria de Dios (Romanos 3:23),ahora en Cristo Jesús es redimido, siendo justificado gratuitamente por su gracia (Romanos 3:24),pues Dios sabía que la única forma de rescatarlo era enviando a su Hijo a enseñarnos, aunque esto significara entregarlo a la muerte, ya que este había sido el fin de otros profetas que envió con anterioridad; pero pudo más su amor por nosotros (Juan 3:16).
El pecado y la Salvación
El pecado es la trasgresión de la ley de Dios (I Juan 3:4). El pecado es cualquier acto de maldad (I Juan 5:17), cualquier cosa que esté destituida de la gloria de Dios (Romanos 3:23).Se comete pecado con el pensamiento (Proverbios 24:9), con la actitud (Proverbios 14:21), en palabra (Proverbios 10:19; Santiago 3:2), en hábito (Romanos 7:20) y en omisión (Santiago 4:17). Pecado es el fracaso de no siempre amar (Santiago 2:8,9) o de no siempre creer (Romanos 14:23).Pecado, en un sentido general (Salmo 119:96),puede ser definido como cualquier carencia de conformidad a la perfección de Jesucristo (I Pedro 2:21-23;I Juan 2:6; Romanos 8:29).
Una relación de fe con el crucificado y resucitado Salvador y Señor, trae la seguridad del perdón (Hebreos 10:18,22).Existe una fe falsa que no justifica ni santifica (Santiago 2:14-26).La fe que verdaderamente acepta la gracia salvadora de Dios (Efesios 2:8, 9) es también una fe que obra por amor (Efesios 2:10; Gálatas 5:6),produciendo frutos de obediencia y santidad que se incrementan continuamente.
Vida Eterna para cuantos acepten el mensaje de Dios
Dios quiere que todos los hombres sean salvos; para ello es necesario que vengan al conocimiento de la verdad (I Timoteo 2:4). Y que crean en Aquel que ha hecho posible nuestra salvación. Por cuanto:
a) Jesús es la puerta de salvación (Juan 10:1,7,9).
b) Solamente en Jesús hay salvación (Hechos 4:10-12).
c) En él hay perdón de pecados (Hechos 10:43).
d) Creyendo en él, el hombre pasa a ser hijo de Dios (Juan 1:12).

aceptar a Jesucristo


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a aceptar a Jesucristo, es que:
a) Debemos recibirlo como Salvador personal.
b) Creer en él como el medio revelador de la voluntad de Dios.
c) Modelar nuestra vida siguiendo el ejemplo de Cristo, conforme a la Palabra de Dios.
La necesidad de aceptar que Jesucristo es su único Salvador personal
Para asegurar los beneficios del plan de salvación que Dios ha puesto al alcance de todos los hombres, cada persona tiene que aceptar que Jesucristo es su único y suficiente Salvador.
El apóstol Pedro dijo de él: “Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12.Para que esto sea efectivo, el hombre, al recibir a Jesucristo como su Salvador, tiene que manifestar un sincero arrepentimiento de la vida pecaminosa que llevó, pues el Señor dijo: “… Porque no he venido a llamar justos, sino pecadores a arrepentimiento” (Mateo 9:13).
Creer en Jesús como el medio Revelador de la voluntad de Dios
Aceptar a Jesús implica creer en él como el comunicador de la voluntad de Dios, pues ciertamente Jesús vino a este mundo a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10).También es cierto que antes de morir por el pecado de todos los hombres, predicó la santa voluntad del Eterno. Declarando con gran énfasis la importancia que tiene el acatar esa voluntad: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; más el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).
Modelar nuestra vida siguiendo el ejemplo que Cristo nos dio