lunes, 9 de mayo de 2011
Las siete Plagas
Lo que la Iglesia de Dios cree y proclama referente a “Las siete Plagas”, es que:
a) La ira de Dios contra el pecado y los pecadores será consumada con el derramamiento de siete Plagas Postreras.
b) Estas plagas afectarán principalmente a los que tienen la señal de la Bestia y que adoran a su imagen.
c) Estas serán derramadas antes y al tiempo de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.
La ira de Dios contra el pecado y los pecadores
Dios tiene determinado castigar a los pecadores con terribles plagas, llamadas “Las Siete Plagas” postreras.
NOTA: Plaga es una calamidad grande que afecta a un pueblo. Estas plagas representan eventos literales que producen gran tribulación y angustia en el mundo: “Y oí una gran voz del templo, que decía a los siete ángeles Id, y derramad las siete copas de la ira de Dios sobre la tierra” (Apocalipsis 16:1).
Con algo de resentimiento se ha suscitado la siguiente pregunta: ¿Por qué Dios que es toda bondad, toda misericordia, todo amor, ha de castigar a los que no lo obedecen ni lo conocen, con terribles castigos? Jesús enseñó que Dios es nuestro Padre Celestial, un padre amoroso, que tiene compasión hacia la humanidad y hacia sus hijos fieles.
Todos admiten que Dios ha sido misericordioso y que, al mismo tiempo, hace un llamado a sus criaturas para que le obedezcamos; consideramos cuánto nos ha amado pues ha entregado a su propio hijo para nuestra Redención y la del mundo. Su amor nos ha llevado hacia él, de tal modo que exclamamos: “¡Señor, anhelo hacer tu voluntad!” Su amor y bondad han sido probados. Sin embargo, a causa de su justicia, tiene que castigar a los malos y pecadores. Casi en el principio del tiempo el Todopoderoso exclamó: “…No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne…” (Génesis 6:3).
Las siete postreras plagas, tal como se describen en Apocalipsis 15 y 16, son razones por las cuales debemos preocuparnos de vivir conforme al evangelio, para ir al encuentro de nuestro Dios y así evitar su ira.
Descripción de las Siete Plagas Postreras
En Apocalipsis 16, se describen estas plagas mencionándose sobre quiénes caen, en qué consiste y los efectos que causarán.
PRIMERA PLAGA: Derramada en la tierra sobre los hombres que tienen la señal de la “bestia” y sobre los que adoran su imagen. Se menciona como una plaga “mala y dañosa” (Apocalipsis 16:2).
SEGUNDA PLAGA: Es derramada sobre el mar, haciendo que éste se convierta en sangre, causando la muerte de todo ser viviente que se encontraba en él (Apocalipsis 16:3).
TERCERA PLAGA: Derramada sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas haciendo que se conviertan en sangre, trayendo como consecuencia que los que derramaron sangre de los santos y de los profetas, bebieran sangre (Apocalipsis 16:4-7).
CUARTA PLAGA: Derramada sobre el sol, aumentando su calor y, como consecuencia, quema a los hombres con su gran calor; blasfemando los hombres del nombre de Dios, pero no se arrepintieron de sus malas obras (Apocalipsis 16:8-9).
QUINTA PLAGA: Derramada sobre la “Silla de la bestia”, cubriéndose su reino en tinieblas, desesperándose los hombres y mordiéndose sus lenguas por el intenso dolor, blasfemando el nombre de Dios, pero no se arrepintieron de sus obras” (Apocalipsis 16:10,11).
SEXTA PLAGA: Derramada sobre el río Eufrates, secándose sus aguas y preparándose el camino para los reyes de oriente. Junto a esta plaga, Juan tiene otra visión: Tres espíritus inmundos a manera de ranas que salen de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta. Espíritus que hacen señales a los reyes de la tierra y de todo el mundo para congregarlos para la batalla de aquel día del Dios Todopoderoso, congregándolos en el lugar llamado Armagedón (Apocalipsis 16:12-16; Isaías 66:5, 16; Joel 3:9 -16).
SEPTIMA PLAGA: Derramada sobre el aire, escuchándose una gran voz del templo del cielo, del trono diciendo: “Hecho es. Habiendo relámpagos y voces y truenos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no fue jamás, desde que los hombres han estado sobre la tierra. Partiéndose en tres partes la ciudad grande; cayendo las ciudades de las naciones, viniendo en memoria la grande Babilonia para que se le dé del cáliz del vino del furor de la ira de Dios; desapareciendo las islas y los montes. Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento (45 kilos aproximadamente), blasfemando los hombres contra Dios por lo grande de esta plaga” (Apocalipsis 16:17– 31; Ezequiel 38:18 -22; Job 38:22,23).
Estas plagas serán derramadas sobre:
1. Los hombres que tienen la señal de la bestia y sobre los que adoran su imagen.
2. El mar.
3. Los ríos y las fuentes de las aguas.
4. El sol.
5. La silla de la bestia.
6. El río Eufrates.
7. El aire. Sufriendo los hombres las consecuencias de estas plagas.
Analizando podemos ver que la primera y quinta plaga afectarán a los hombres identificados por un credo o actitud religiosa. La segunda, tercera y cuarta plagas, serán derramadas sobre objetos físicos y literales, los que al recibir estas plagas afectarán a la humanidad. La sexta y séptima plaga afectarán directamente a la humanidad.
Protección para el pueblo de Dios
Así como fue protegido Israel de las Plagas en Egipto, así será protegido el Pueblo de Dios, cuando estas plagas sean derramadas: “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente…” “No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada” (Salmo 91:1-10).
NOTA: Nuestro Señor Jesucristo se hace manifiesto en la SEXTA PLAGA. Es en este tiempo cuando los santos resucitan y los fieles que estén vivos serán transformados. De esta manera, cuando Jesús lucha contra sus enemigos en el Armagedón (Séptima plaga), los santos ya glorificados miran la recompensa de los impíos” (Salmo 91:8) ¡Gloria sea a nuestro buen Dios!
conocer los tiempos de su venida
Lo que la Iglesia de Dios cree y proclama respecto a la “Segunda venida de Cristo”, es que:
a) Jesús vendrá por segunda vez a la tierra conforme a su promesa.
b) Vendrá en forma personal y visible.
c) Su propósito será glorificar a su Iglesia y establecer su Reino.
La Promesa de Jesús sobre su Retorno
Los discípulos al entender que Jesús les había prometido volver, le preguntaron sobre cómo podrían conocer los tiempos de su venida; entonces les dijo: “…Mirad que nadie os engañe”. Y continuó dando una serie de señales, entre otras: “Muchos dirían, Yo soy el Cristo. Habría guerras, pestilencias, hambres, terremotos, se levantarían muchos falsos profetas, se multiplicaría mucho la maldad, habría asolamiento sobre Jerusalem”, etc. (Mateo 14:4-30).
Jesús vendrá en forma personal y visible
Jesús, después de su muerte y resurrección, ascendió a los cielos. A sus discípulos se les dijo que así vendría, como lo habían visto ir al cielo: “y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le recibió y le quitó de sus ojos. Y estando con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos; los cuales también les dijeron: Varones Galileos ¿qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:9-11).
Jesús ascendió ante la vista de sus discípulos y una nube lo recibió y le quitó de ante sus ojos. Cuando retorne nuevamente, nosotros esperamos verlo porque será visible a los que vivan en ese día: Así esta dicho: “He aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén” (Apocalipsis 1:7).Al venir nuestro Señor Jesucristo resucitarán todos sus santos. Jesús dijo que en el tiempo de su venida enviaría a sus ángeles para que de los cuatro cantones de la tierra los muertos en él resuciten y sean glorificados y suban al encuentro de su Señor.
La promesa de Jesús sobre su segundo advenimiento abarca la declaración de que todos los hombres le verán en su regreso: “Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo con grande poder y gloria” (Mateo 24:30).
Su venida no será silenciosa: “Porque el mismo Señor, con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo…” (I Tesalonicenses 4:16).
“Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y majestad grande” (Lucas 21:25-27).
Jesús vendrá y establecerá su reino sobre la tierra
Este reino será establecido por el Señor Jesús al regresar a la tierra: “Y cuando el Hijo del hombre se sentará sobre el trono de su gloria. Y serán reunidas delante de él todas las gentes…” (Mateo 25:31).
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así. Ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).
Lo que la Iglesia cree y proclama respecto a “El Reino Milenial de Cristo, es que:
a) Cristo reinará literalmente sobre la tierra.
b) El período de su reinado será de mil años.
c) Durante su reino, pondrá a sus enemigos bajo su dominio.
d) Al finalizar este período, Jesús entregará el reino al Padre Celestial.
El Reino de Cristo Literalmente sobre la Tierra
Cuando Jesús cumpla la promesa de venir otra vez a la tierra, asentará sus pies en el monte de las Olivas: “Y afirmaránse sus pies en aquel día sobre el monte de las Olivas que está enfrente de Jerusalem a la parte de oriente…” (Zacarías 14:3,4). Será en este tiempo, cuando se siente en el trono de su gloria: “Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en el trono de su gloria” (Mateo 25:31).
En este tiempo los reinos del mundo serán los reinos de Cristo. El pueblo de los santos del Altísimo reinará con Cristo: “Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno y todos los señoríos le servirán y obedecerán” (Daniel 7:27).
Jerusalem será cabecera de los reinos: “Y acontecerá en los postreros tiempos, que el monte (reino) de la casa de Jehová será constituido por cabecera de montes (reinos) y más alto que los collados, y correrán a él pueblos. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová. Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes gentes hasta muy lejos: y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces: no alzará espada gente contra gente, ni nunca más se ensayarán para la guerra” (Miqueas 4:1-3).Toda la tierra tendrá un solo Rey:“Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre” (Zacarías 14:9).
El Reino del Señor durará mil años
Las palabras “milenial” o “milenio” no se usan en la Biblia, sino que son la definición que el diccionario de nuestro idioma da al período de MIL AÑOS. El reino de nuestro Señor Jesucristo durará mil años, de allí que le demos el nombre de “REINO MILENIAL” o simplemente “Milenio”. Comprobemos: A los justos, se les ha hecho la promesa de reinar con Cristo sobre la tierra (Apocalipsis 5:10), reinando sobre las gentes: “Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las gentes…serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:4-6).
Durante su reino, Cristo someterá a sus enemigos
Durante su reino florecerá la justicia y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna (Salmo 72:7). A este período se le llama la REGENERACION (Mateo 19:28).Pedro le llama TIEMPOS DE LA RESTAURACION DE TODAS LAS COSAS (Hechos 3:21).
Para todo ello, será menester que el mismo Señor someta a todos sus enemigos debajo de sus pies. “Y el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte” (I Corintios 15:25, 26), preparando así la tierra para la siguiente fase del reino, la ETERNIDAD, cuando el Padre Celestial será el todo en todo.
Lo que la Iglesia de Dios cree y proclama respecto a “El Reino Eternal”, es que:
a) Después del Milenio se establece el Reino Eternal de Dios.
b) Es el tiempo de la nueva tierra, donde no habrá adversidad ni límite de tiempo.
c) Al principio del Reino Eternal, la nueva Jerusalem descenderá del cielo.
d) Será el tiempo en que Dios habitará con su pueblo siendo visible para él.
Después del Milenio se establece el Reino Eternal de Dios
Nuestro señor Jesucristo vendrá por segunda vez y entonces establecerá su reino que durará MIL años (Apocalipsis 20:4-6).“Después entregará el reino a Dios el Padre: “Luego el fin (de los mil años), cuando entregará el reino a Dios y al Padre, cuando habrá quitado todo imperio y toda potencia y potestad” ( I Corintios 15:24).
“Luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todo (I Corintios 15:28).Así terminará el Reino Milenial y se iniciará el Reino de la ETERNIDAD.
El tiempo de la Nueva Tierra
El reino milenial de nuestro Señor Jesucristo será el período que se utilizará para acondicionar a la humanidad para el gran momento en que el reino sea entregado al Padre Eterno, siendo renovado el cielo y la tierra hecha nueva:“Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva según sus promesas, en los cuales mora la justicia “ (II Pedro 3:13).
NOTA: La expresión “cielos nuevos y tierra nueva”, significa que, al fin del milenio, la tierra y los cielos que son ahora serán purificados con fuego (II Pedro 3:10-12).Esta será la nueva tierra donde no habrá adversidad: “Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas son pasadas” (Apocalipsis 21:4).
La Nueva Jerusalem Descenderá del Cielo
Al principio del Reino eternal, cuando ya haya cielo nuevo y tierra nueva, la nueva Jerusalem descenderá del cielo:“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra se fueron y el mar ya no es” (Apocalipsis 21:1). “Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido” (Apocalipsis 21:2).Esto significa que del cielo de Dios, descenderá su propio tabernáculo, para que habite el mismo Dios con los hombres.
Dios viviendo entre los hombres será visible ante ellos
El tiempo de la nueva tierra y los nuevos cielos será la bendita eternidad cuando la “Nueva Jerusalem del Cielo” haya descendido a la tierra y el mismo Dios habite entre los hombres y sea visible a ellos: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres y morará con ellos; y ellos serán su pueblo: porque el Señor Todopoderoso es el templo de ella y el Cordero. Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezca en ella: porque la claridad de Dios la iluminó y el Cordero era su lumbrera” (Apocalipsis 21:22,23).
Será en este tiempo cuando tendrán cumplimiento las palabras de Jesús: “Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8).“Y no habrá maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella y sus siervos le servirán, Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes. Y allí no habrá más noche; y no tiene necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol; porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán para siempre jamás. Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas…” (Apocalipsis 22:3-6).