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Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama respecto a la “lucha carnal”, es que:
a) La lucha carnal es repudiada por la doctrina cristiana.
b) El cristiano debe amar a sus enemigos.
c) Por tanto, todo miembro de la Iglesia de Dios (7° día) se opondrá terminantemente a participar en toda lucha carnal.
d) La lucha del cristiano es espiritual.
La Doctrina Cristiana una doctrina pacifista
Se entiende por “lucha carnal” toda clase de pleitos, contiendas, riñas, disputas, altercados, enemistades, peleas, guerras, etc., que el hombre pueda tener con su prójimo; el cristiano debe repudiar cualquier forma de lucha carnal, ya que la doctrina cristiana es de paz.
El escritor a los Hebreos dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14).
La manera de actuar que nos recomienda hacia aquél que ha obrado mal contra nosotros, es la siguiente: “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, no deis lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor" (Romanos 12:17-19).
Los pleitos, las iras, las contiendas, las enemistades, las disensiones, etc., son obras de la carne (Gálatas 5:19-21) por lo cual el cristiano no debe ser partidario de ellas.
Amemos a nuestros enemigos
El Señor Jesucristo, al dar mandamiento sobre “amar a nuestros enemigos”, dijo: “Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44)."Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:45-48).
Oposición a participar en las luchas carnales
El miembro de la Iglesia de Dios se opondrá terminantemente a participar en toda lucha carnal, porque ésta le orilla a herir a su prójimo.
No debe ser impulsado a tomar las armas en contra de sus semejantes, porque el mandamiento de Dios es: “No matarás” (Éxodo 20:13).
No debe dejarse arrastrar por el hombre para participar en luchas carnales, porque entendemos que: “es menester obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).
El Señor Jesús no permitió que sus siervos pelearan en guerra. Amonestó con severidad a quien quiso hacerlo, diciéndole: “vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán” (Mateo 26:51,52).
La lucha del cristiano es espiritual.
El cristiano tiene una lucha en la cual participa, pero ésta no es lucha carnal, sino espiritual. Razón por la cual “…las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Corintios 10:4).
NOTA: En cualquier conflagración en la que nuestro país llegase a tomar parte, como ciudadanos debemos cooperar en auxiliar a los caídos como una labor humanitaria.
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