lunes, 16 de mayo de 2011

el estado de los muertos


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama respecto al “estado de los muertos”, es que:
a) La muerte es la cesación de la vida y no hay conciencia en ella.
b) Al morir, la persona permanecerá en la tumba en ese estado hasta que llegue el día de su resurrección.
La muerte, cesación de la vida.
El diccionario define la palabra “muerte” como: Cesación definitiva de la vida (Pequeño Larousse ilustrado). La Biblia en sus preceptos nos proporciona datos específicos del estado en que se encuentran los muertos.
El predicador escribió: “Porque los que viven saben que han de morir más los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en el olvido. También su amor y su odio y su envidia, feneció ya; no tiene más parte en este siglo, en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9:5,6).
De esta declaración se entiende que el que ha muerto queda en estado de inconciencia; todo feneció para él. Ni sabe, ni piensa, ni siente, ni puede participar entre los vivos (Salmo 115:17 y 146:4).
Nuestro Señor Jesucristo habló de la muerte comparándola con el “sueño” (dormir): “Lázaro nuestro amigo duerme”. Mas esto decía Jesús de la muerte de él; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces, pues, Jesús les dijo claramente: “Lázaro es muerto” (Juan 11:11-14).
Lucas, al escribir sobre la muerte de Esteban, la define igualmente como sueño: “Y puesto de rodillas, clamó a gran voz; Señor, no les imputes este pecado. Y habiendo dicho esto durmió” (Hechos 7:60).
Los muertos estarán inconscientes hasta su resurrección
Del lugar en donde estén los muertos, de allí han de resucitar. El profeta Isaías expresó: “Tus muertos vivirán; junto con mi cuerpo muerto resucitarán…” “y la tierra echará los muertos” (Isaías 26:19).
Job dijo: “Si el hombre muriere ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi mutación” (Job 14:13-14). “Si yo espero, el sepulcro es mi casa:

domingo, 15 de mayo de 2011

Matrimonio y divorcio


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama respecto al “Matrimonio y al divorcio”, es que:
a) El matrimonio fue instituido por Dios y tuvo por objeto la unión duradera de ambos cónyuges.
b) Quienes contraen matrimonio después de divorciarse sin la autorización bíblica comenten adulterio. Igualmente quienes se casan con personas divorciadas sin autorización bíblica cometen adulterio.
El Matrimonio, una institución Divina
Dentro de las múltiples explicaciones que Jesús dio, se encuentra la del matrimonio. Explicó que el matrimonio es de origen divino y que quienes lo contraen se unen por toda la vida. “Y él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio macho y hembra los hizo y dijo: Por tanto, el hombre dejará a
su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán dos en una carne? Así que, no son ya más dos, sino una carne: Por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre” (Mateo 19:4-6).
El Apóstol declara que mientras ambos cónyuges vivan, están ligados a la ley (del matrimonio): “¿Ignoráis hermanos (porque hablo con los que saben la ley) que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive? Porque la mujer que está sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley; mas muerto el marido, libre es de la ley del marido. Así que, viviendo el marido, se llamará adúltera si fuere de otro varón, mas si su marido muriere, es libre de la ley; de tal manera que no será adúltera si fuere de otro marido” (Romanos 7:1-3).Y agrega: “La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido, mas si su marido muriere libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor” (I Corintios 7:39).
La iglesia y su concepto sobre el divorcio
Siendo el matrimonio una institución divina (Mateo 19:4-6), Dios no permite el divorcio entre los miembros de su pueblo (Romanos 7:1-3).La única razón para aceptar o conceder el divorcio es la fornicación (entiéndase cualquier infidelidad o inmoralidad sexual). Cuando esto ocurre, el cónyuge ofendido tiene derecho a solicitar el divorcio ante la respectiva autoridad civil y la iglesia debe estar de acuerdo con tal solicitud, quedando dicho hermano facultado para contraer nuevo matrimonio, si lo deseare.
Sin embargo, la Iglesia acepta como casados a las parejas de divorciados que se haya unido otra vez en matrimonio antes de su conversión, con tal que dicha unión haya sido reconocida como legal por la autoridad civil; es decir, que se le reconoce el divorcio otorgado por la ley civil, si éste les fue concedido antes de su conversión. La razón de ello es que se considera que obraron fuera el conocimiento de los preceptos de la doctrina cristiana y al convertirse al Señor y bautizarse el Señor perdonó todos sus errores.

sábado, 14 de mayo de 2011

Resurrección de los muertos



Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama respecto a la “Resurrección de los muertos”, es que:
a) Los muertos han de resucitar para que sean juzgados conforme a sus obras.
b) Habrá dos resurrecciones, las que se efectuarán con un intervalo de mil años.
1. La primera resurrección se efectuará al venir el Señor Jesucristo por segunda vez a la tierra; en ella se levantarán los justos que han de reinar con Cristo mil años y recibirán la vida eterna (inmortalidad).
2. La segunda resurrección se efectuará después de mil años del reino de Cristo; en ella los malos serán resucitados para ser juzgados y destruidos.
Los muertos resucitarán para ser juzgados.
Conforme a la declaración de la Biblia, creemos que el hombre ha de ser juzgado después de su muerte: “Y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una vez y después el juicio” (Hebreos 9:27). Juicio que efectuará nuestro Señor Jesucristo... que ha de juzgar a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino” (II Timoteo 4:1).
El divino Maestro declaró la doctrina de la resurrección de los muertos: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron mal, a resurrección de condenación” (Juan 5:28,29).
El apóstol Pablo, al comparecer en juicio ante Félix (Gobernador romano de Judea), expresó su credo, fe y esperanza: “Teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de los injustos la cual también ellos esperan” (Hechos 24:15, Apocalipsis 20:6,5).
La primera resurrección
Al venir nuestro Señor Jesucristo tendrá lugar la primera resurrección, tomando en ella parte solamente aquellos que murieron en el Señor: “Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (I Tesalonicenses 4:16).Los justos que estén vivos, al venir el Señor, serán transformados, recibirán inmortalidad: “He aquí os digo un misterio: Todos ciertamente no dormiremos, mas todos seremos transformados. En un momento, en un abrir de ojos, a la final trompeta, porque será tocada la trompeta y los muertos serán levantados sin corrupción y nosotros seremos transformados” (I Corintios 15:51).
“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en estos; antes serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:6).
La segunda resurrección
La segunda resurrección se efectuará al finalizar el reino del Señor; es decir, mil años después de la resurrección primera: “Mas los otros muertos no tornaron a vivir hasta que sean cumplidos mil años…” (Apocalipsis 20:5).
En esta segunda resurrección se han de levantar todos los que no tuvieron parte en la primera, sólo para ser destruidos:“Y vi los muertos grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: Y otro libro fue abierto, el cual es de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego…” (Apocalipsis 20:12-15).
Nota: El lago de fuego es la muerte segunda o destrucción eterna, según el verso 14 y Apocalipsis 21:8 (b).

viernes, 13 de mayo de 2011

Reglas de la alimentación


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama respecto a las “Reglas de la alimentación”, es que:
a) Dios ha dejado recomendaciones sobre la alimentación para su pueblo.
b) El pueblo de Dios usará para su alimento aquellos animales que las Sagradas Escrituras autorizan.
c) Han de desecharse como alimento, los animales no autorizados.
Los animales que se pueden comer y los que no se pueden comer
Nuestro Creador, el sempiterno Dios, estando al pendiente de su obra, puso atención en el hombre y de la vida que éste debe llevar; le entregó juntamente con otras leyes, la ley sobre los animales que se deben comer y los que no se deben comer.
Esta ley está en Levítico capítulo 11 y Deuteronomio capítulo 14. Es importante hacer la aclaración, que aunque Moisés especificó esta ley, el hombre desde tiempos remotos ya la conocía.
Noé antes del diluvio, recibió orden de seleccionar “los animales limpios” y los “animales inmundos”, pues en el Arca, en la cual se salvó junto con su familia, el Señor Jehová le ordenó metiera de siete en siete macho y hembra de los animales limpios y, de los inmundos dos, macho y hembra; de las aves de los cielos de siete en siete, macho y hembra, para guardar en vida la casta sobre la faz de la tierra (Génesis 7:1-3).
Por esta declaración, entendemos que esta ley de “lo limpio y de lo inmundo” no fue dada por Moisés al pueblo de Israel, sino por mandato de Dios; Moisés solamente la especificó a su pueblo: “Y habló Jehová a Moisés y a Aarón diciéndoles: Hablada los hijos de Israel, diciendo: Esto son los animales que comeréis de todos los animales que están sobre la tierra” (Levítico 11:1,2); y enseguida describe cómo los habían de conocer.
En Deuteronomio 14:2-3, Moisés da la razón de la observancia de esta ley: “Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo singular de entre los pueblos que están sobre la faz de la tierra. Nada abominable comerás”.
Aún después de la muerte y resurrección de Cristo se continuó respetando (Hechos 10:9-14).
Animales autorizados en la Biblia para alimentación
1. De entre los cuadrúpedos, se comerán los animales que reúnan estas características:
o Que rumien.
o Que tengan pezuña hendida. Levítico 11:3. Ejemplo: el buey, la oveja, la cabra, el ciervo, el corzo (gacela o antílope), el búfalo, el cabrío salvaje, el unicornio (animal de la familia del bisonte), el buey salvaje y la cabra montés (Deuteronomio 14:4-6).
2. De los animales que viven el agua, se comerán los que tengan estas características:
o Que tengan escama
o Que tengan aletas (Levítico 11:9: Deuteronomio 14:9).
3. Toda ave limpia se podrá comer (Deuteronomio 14:11). NOTA: Se entiende por “ave limpia” la que queda excluida de la lista de aves que se dan por inmundas.
4. De los reptiles alados que caminan sobre cuatro pies, que tuvieran cuatro piernas, además de sus pies para saltar con ellas sobre la tierra, se comerán: la langosta, el langostín, el aregol y el haghab (Levítico 11: 21,22).
Animales que deben ser desechados como alimento
1. De entre los cuadrúpedos, no se deben comer los que no reúnan las características exigidas (rumiar y pezuña hendida), aunque solamente tengan una característica. Ejemplo: El camello, rumia pero no tiene pezuña hendida (Levítico 11:4).El conejo y la liebre, rumian pero no tiene pezuña, tiene garra (Levítico 11:5,6), el puerco, tiene pezuña hendida pero no rumia (Levítico 11:7; Deuteronomio 14:8).
2. De los animales que viven en las aguas que no reúnan las dos características (escamas y aletas) que deben tener para identificarlos como buenos para comer, se tendrán por inmundos (Levítico 11:10-12; Deuteronomio 14:10), además de los varios peces que no reúnen dos características, se deben desechar: los mariscos o moluscos (algunos de ellos son: el ostión, caracol, cangrejo, camarón, langosta, langostino, adulón, pulpo, etc.).
3. De entre las aves, las que no se pueden comer se mencionan por nombre en Levítico 11:13-19; Deuteronomio 14:12-18.
4. De entre los reptiles, los alados y que tengan pies, se tendrán por abominación (Levítico 11:20,23).
5. Todo reptil que se arrastra sobre la tierra o que anda sobre su pecho, se tendrá en abominación (levítico 11:41,41).Ejemplo: La comadreja, el ratón, la rana, el erizo, el lagarto, el caracol, la babosa, el topo y toda clase de serpientes (Levítico 11:29-30).
6. Toda cosa mortecina (animal muerto en forma natural o por enfermedad) o animal que haya sido arrancado de las garras de las fieras, no se comerá, es inmundo (Levítico 17:15; 22:8; Deuteronomio 14:21).
7. Animales limpios, pero que hayan muerto ahogados no se comerán (Hechos 15:20).
8. Tampoco se comerá carne con su sangre (Génesis 9:4, Deuteronomio 16:23).

jueves, 12 de mayo de 2011

El nombre de la Iglesia


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a “El nombre de la Iglesia”, es que:
a) Dios ha dispuesto que su pueblo lleve su nombre.
b) El nombre de la Iglesia registrado en la Biblia es “IGLESIA DE DIOS”.
El Nombre de Dios sobre su pueblo
Entendemos que no es el hombre el que escoge ser discípulo de Cristo, sino que es el Señor el que elige a los hombres, pues Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, mas yo os elegí a vosotros…” (Juan 15:16).Por lo mismo, comprendemos que es Dios quien va eligiendo a los que deben formar parte de su pueblo. Pueblo que es elegido para llevar el nombre de Dios. “Simón ha contado cómo Dios primero visitó a los Gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre” (Hechos 15:14).
Desde antiguo, el profeta Isaías escribió el sentir del Señor: “Todos los llamados de mi nombre para gloria mía los crié, los formé y los hice” (Isaías 43:7).Dios ha dispuesto que su pueblo sea conocido y llamado por su nombre. Esta es la razón por la cual el Señor Jesús, al elevar al Padre una de sus últimas plegarias sobre la tierra, le informaba sobre su acción entre los hombres, diciéndole: “He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste: tuyos eran y me los diste, y guardaron tu palabra” (Juan 17:6).Y le suplicaba: “… a los que me has dado, guárdalos por tu nombre…” (Juan 17:11).Es así como entendemos que el pueblo de Dios lleva el nombre del Padre sobre sí (I Corintios 8:6).
El nombre bíblico para la Iglesia
Sabiendo que “Nombre” es la palabra o categoría gramatical con que se designan o dan a conocer las palabras o cosas y que Iglesia es la congregación de los fieles de una religión, en la Biblia encontramos perfectamente definido el nombre que el Señor puso a su Iglesia.
Antes de la era cristiana, la humanidad estaba clasificada delante de Dios, en dos grupos: Los judíos o pueblo de Israel y los Gentiles, en los que se agrupaban todas las demás naciones. Después de Jesucristo, se formó un tercer grupo que surgió por la actividad del Señor a favor de la salvación de las gentes. El apóstol Pablo, da razón de este grupo mencionándolo juntamente con los que ya se conocían.“Sed sin ofensa a judíos y a gentiles y a la Iglesia de Dios” (I Corintios 10:32).
Fue el grupo de cristianos o discípulos de Cristo, los que formando el pueblo de Dios, llevaron el nombre de “Iglesia de Dios”.Iglesia de la cual Pablo da testimonio diciendo que antes de convertirse al cristianismo, persiguió en gran manera: “Porque ya habéis oído acerca de mi conducta otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobre manera la Iglesia de Dios y la destruía” (Gálatas 1:13). Conducta de la cual se avergonzaba y por la cual se sentía indigno de llamarse apóstol. “Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la Iglesia de Dios” (Corintios 15:9).
Iglesia de Dios es el nombre y no otro, con el cual se conoce al pueblo de Dios o Iglesia del Señor. Pablo al dirigir sus epístolas pastorales, les da el siguiente tenor: “Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sóstenes el hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto…” (I Corintios 1:1,2).“Pablo apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios y Timoteo el hermano, a la iglesia de Dios que está en Corinto juntamente con todos los santos que están por toda la Acaya” (II Corintios 1:1).
Muchos nombres hermosos y llamativos se le podrían poner a la Iglesia por parte de los hombres, pero si el mismo Señor nos ha dado el nombre que debe llevar su Iglesia, no tenemos por qué desecharlo, sino glorificar su santa voluntad: “Y si no fuere tan presto, para que sepas como te conviene conversar en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y apoyo de la verdad” (I Timoteo 3:15).
Más aún, como dijera el apóstol Pablo, ratificando el nombre de la Iglesia, así también decimos nosotros: “Con todo eso, si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las Iglesias de Dios” (I Corintios 11:16).
NOTA: El agregado (7° día) que ponemos al nombre “Iglesia de Dios” es sólo para distinguirlo de otras denominaciones y evitar confusión.

martes, 10 de mayo de 2011

LA FECHA DE LA "CENA DEL SEÑOR"

Profecía y Señales de su Cumplimiento


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama referente a la “Profecía y Señales de su Cumplimiento” es que:
a) La profecía bíblica fue escrita por hombres santos inspirados por Dios.
b) Jesús, el Hijo de Dios, también anunció muchas profecías y los evangelistas las registraron.
c) El objeto de la profecía es respaldar la veracidad de las Escrituras y hacer entender a los hombres los tiempos en que vivimos con relación a la segunda venida de Cristo.
La Profecía, escrita por hombres inspirados por el Espíritu de Dios
Entendemos por profecía, “la declaración de las cosas que han de acontecer en el futuro”.La profecía, ha sido escrita por hombres santos de Dios, inspirados por el Espíritu Santo: “Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo” (II Pedro 2:21).
A través de los profetas Dios habló a su pueblo: “Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas” (Hechos 1:1).
Jesús: Hijo y Profeta de Dios
Nuestro Señor Jesucristo no solamente fue enviado de Dios a la tierra para morir por nuestros pecados. También vino a declarar con amplitud la doctrina del Padre, la cual está llena de profecía: “Porque yo no hablo de mí mismo: mas el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar” (Juan 12:49).Así como Dios ha hablado a los hombres a través de sus profetas, también nos habla a través de su Hijo:“Dios habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…” (Hebreos 1:1, 2). Algunos ejemplos:
Jesús Profetizó:
1. Del fin del mundo (Mateo 13:36-43)
2. Del Reino de Dios (Mateo 8:10-11)
3. De su segunda venida y de muchas señales acerca de ella (Mateo 25:31)
4. El cerco de Jerusalem (Mateo 24:4-26; 32-36)
5. La destrucción del templo (Mateo 24:15-22; Mateo 24:1-2)
6. El esparcimiento de Israel (Lucas 21:20-24)
7. Las aflicciones de su Iglesia a través del tiempo (Juan 16:1-4, 33)
8. De los sellos del Apocalipsis (Mateo 24:29; Ap. 6:1, 12,14)
9. Del juicio final (Mateo 10:15, 24-41; 13:40-42)
El Objeto de la Profecía
El objeto de la profecía es “manifestar la veracidad de la palabra de Dios”. El contenido de la Biblia está considerado en no menos de un 30% de profecía; esto es un respaldo para todo fiel creyente y es la mejor garantía de que es palabra de Dios. Es la antorcha de la verdadera Iglesia de Dios (Proverbios 29:18).
Pedro escribió: “Tenemos también la palabra profética más permanente, a la cual hacéis bien de estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” ( 2 Pedro 1:19). Ver también I Pedro 1:10,11.
Mucho de lo que ocurre en el mundo en el aspecto religioso, físico y social, es el cumplimiento de la profecía y nos indica que la venida de Cristo está cerca.Del aspecto religioso se dice: “Empero el Espíritu dice manifiestamente que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios; que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia” (I Timoteo 4:1,2).
Del aspecto social se nos dice: “Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad, sin efecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios; teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: Y a éstos evita” (2 Timoteo 3:1-5).
Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del Hombre ha de venir a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44).

el Mensaje del Tercer Ángel


Lo que la IGLESIA DE DIOS (7° DIA) A.R. cree y proclama respecto al “Mensaje del Tercer Ángel”, es que:
a) Un mensaje conocido comúnmente como el “MENSAJE DEL TERCER ANGEL” debe ser predicado y está siendo predicado por la Iglesia de Dios.
b) Este mensaje advierte en contra de la adoración del paganismo.
Contenido del Mensaje del Tercer Ángel
Mensaje es la comunicación de una noticia, aviso o informe de una persona a otra. La palabra ángel, tanto en su procedencia hebrea como en su traducción griega, significa “mensajero”, estos pueden ser seres (espíritus) celestiales (Salmo 104:4, Mateo 22:30); los elementos de la naturaleza, como los vientos o los hombres, mayormente el Ministerio de la Iglesia (Apocalipsis 1:20; 2:1).El mensaje del Tercer Ángel es la predicación de advertencia que ha de llegar a todos los hombres de parte de Dios a través de su Iglesia.
¿Por qué el Mensaje del Tercer Ángel?
En Apocalipsis 14:6 -10 encontramos la enunciación de tres mensajes, dados por tres ángeles. Creemos que estos tres mensajes deben ser predicados por la Iglesia para su conocimiento y para conocimiento del mundo.
El mensaje del primer ángel, se refiere a la predicación del evangelio para el reclutamiento de almas para el Reino de los cielos, principiando en la era apostólica: “Y vi otro ángel volar por medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los que moran en la tierra y a toda nación y tribu y lengua y pueblo, diciendo en alta voz… Temed a Dios y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:6,7). Mensaje que con énfasis fue y debe ser predicado (Hechos 14:15, 16; 17:30,31).
El mensaje del segundo ángel, hace referencia a la caída del poder que hostigaba a la Iglesia, marcando el fin de la persecución que en contra de los santos se levantó en cumplimiento de la profecía de Daniel 7:24,25 y mencionada en Apocalipsis 12:6, 14; concluyendo la era de terror y persecución del cuerno que habló palabras contra el Altísimo y quebrantó al pueblo de los santos. El mensaje de referencia es: “Y otro ángel lo siguió, diciendo: Ha caído Babilonia, aquella grande ciudad, porque ella ha dado de beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación (Apocalipsis 14:8).
NOTA: La caída de Babilonia hace referencia a la culminación del tiempo que se le dio para obrar con poder sobre los santos, y no a la caída o conclusión de este movimiento, pues si hablase de su caída total, no habría razón para el mensaje del tercer ángel.
El mensaje del tercer ángel, es parte de la Gran Comisión que la Iglesia ha recibido y debe preciarlo al mundo, advirtiéndole que quien adora a la bestia y a su imagen será destruido por Dios; el mensaje es: “Y el tercer ángel los siguió, diciendo en voz alta: Si alguno adora a la bestia o a su imagen y toma la señal en su frente o en su mano, este beberá del vino de la ira de Dios, el cual está echado puro en el cáliz de su ira será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero” (Apocalipsis 14:9, 10).
La bestia es un movimiento seudo religioso de gran potencia (según se describe en Apocalipsis 13 y 17), en donde se conjugan las falsas doctrinas que la humanidad ha tomado como cristianas. La imagen de la bestia es todo movimiento religioso que deseando tener una religión cristiana pura y santa, lo único que ha logrado es mejorar algunos conceptos, pero sigue teniendo la mayor parte de esas doctrinas antibíblicas, por lo que con ello hace la imagen de la bestia.
Adorar a la bestia o a su Imagen, es ser miembro o practicante de las doctrinas seudo cristianas que el mundo ha tomado como bíblicas, pero que su origen está en el paganismo o en el error de la interpretación que de la Biblia han hecho los hombres. “Tomar la señal en la frente”, es aceptar sus doctrinas; “tomar la señal en la mano”, es practicar sus doctrinas.
La adoración a la bestia y a su imagen es propiciada por las señales, milagros y prodigios que éstas hacen, pues está escrito que “engañarán si es posible aún a los escogidos” (Mateo 14:24).La palabra del Señor al concluir la visión del “Mensaje del tercer Ángel”, da a saber la fidelidad que al solo Dios Todopoderoso le tributan sus hijos:“Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12).

lunes, 9 de mayo de 2011

Las siete Plagas


Lo que la Iglesia de Dios cree y proclama referente a “Las siete Plagas”, es que:
a) La ira de Dios contra el pecado y los pecadores será consumada con el derramamiento de siete Plagas Postreras.
b) Estas plagas afectarán principalmente a los que tienen la señal de la Bestia y que adoran a su imagen.
c) Estas serán derramadas antes y al tiempo de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.
La ira de Dios contra el pecado y los pecadores
Dios tiene determinado castigar a los pecadores con terribles plagas, llamadas “Las Siete Plagas” postreras.
NOTA: Plaga es una calamidad grande que afecta a un pueblo. Estas plagas representan eventos literales que producen gran tribulación y angustia en el mundo: “Y oí una gran voz del templo, que decía a los siete ángeles Id, y derramad las siete copas de la ira de Dios sobre la tierra” (Apocalipsis 16:1).
Con algo de resentimiento se ha suscitado la siguiente pregunta: ¿Por qué Dios que es toda bondad, toda misericordia, todo amor, ha de castigar a los que no lo obedecen ni lo conocen, con terribles castigos? Jesús enseñó que Dios es nuestro Padre Celestial, un padre amoroso, que tiene compasión hacia la humanidad y hacia sus hijos fieles.
Todos admiten que Dios ha sido misericordioso y que, al mismo tiempo, hace un llamado a sus criaturas para que le obedezcamos; consideramos cuánto nos ha amado pues ha entregado a su propio hijo para nuestra Redención y la del mundo. Su amor nos ha llevado hacia él, de tal modo que exclamamos: “¡Señor, anhelo hacer tu voluntad!” Su amor y bondad han sido probados. Sin embargo, a causa de su justicia, tiene que castigar a los malos y pecadores. Casi en el principio del tiempo el Todopoderoso exclamó: “…No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne…” (Génesis 6:3).
Las siete postreras plagas, tal como se describen en Apocalipsis 15 y 16, son razones por las cuales debemos preocuparnos de vivir conforme al evangelio, para ir al encuentro de nuestro Dios y así evitar su ira.
Descripción de las Siete Plagas Postreras
En Apocalipsis 16, se describen estas plagas mencionándose sobre quiénes caen, en qué consiste y los efectos que causarán.
PRIMERA PLAGA: Derramada en la tierra sobre los hombres que tienen la señal de la “bestia” y sobre los que adoran su imagen. Se menciona como una plaga “mala y dañosa” (Apocalipsis 16:2).
SEGUNDA PLAGA: Es derramada sobre el mar, haciendo que éste se convierta en sangre, causando la muerte de todo ser viviente que se encontraba en él (Apocalipsis 16:3).
TERCERA PLAGA: Derramada sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas haciendo que se conviertan en sangre, trayendo como consecuencia que los que derramaron sangre de los santos y de los profetas, bebieran sangre (Apocalipsis 16:4-7).
CUARTA PLAGA: Derramada sobre el sol, aumentando su calor y, como consecuencia, quema a los hombres con su gran calor; blasfemando los hombres del nombre de Dios, pero no se arrepintieron de sus malas obras (Apocalipsis 16:8-9).
QUINTA PLAGA: Derramada sobre la “Silla de la bestia”, cubriéndose su reino en tinieblas, desesperándose los hombres y mordiéndose sus lenguas por el intenso dolor, blasfemando el nombre de Dios, pero no se arrepintieron de sus obras” (Apocalipsis 16:10,11).
SEXTA PLAGA: Derramada sobre el río Eufrates, secándose sus aguas y preparándose el camino para los reyes de oriente. Junto a esta plaga, Juan tiene otra visión: Tres espíritus inmundos a manera de ranas que salen de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta. Espíritus que hacen señales a los reyes de la tierra y de todo el mundo para congregarlos para la batalla de aquel día del Dios Todopoderoso, congregándolos en el lugar llamado Armagedón (Apocalipsis 16:12-16; Isaías 66:5, 16; Joel 3:9 -16).
SEPTIMA PLAGA: Derramada sobre el aire, escuchándose una gran voz del templo del cielo, del trono diciendo: “Hecho es. Habiendo relámpagos y voces y truenos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no fue jamás, desde que los hombres han estado sobre la tierra. Partiéndose en tres partes la ciudad grande; cayendo las ciudades de las naciones, viniendo en memoria la grande Babilonia para que se le dé del cáliz del vino del furor de la ira de Dios; desapareciendo las islas y los montes. Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento (45 kilos aproximadamente), blasfemando los hombres contra Dios por lo grande de esta plaga” (Apocalipsis 16:17– 31; Ezequiel 38:18 -22; Job 38:22,23).
Estas plagas serán derramadas sobre:
1. Los hombres que tienen la señal de la bestia y sobre los que adoran su imagen.
2. El mar.
3. Los ríos y las fuentes de las aguas.
4. El sol.
5. La silla de la bestia.
6. El río Eufrates.
7. El aire. Sufriendo los hombres las consecuencias de estas plagas.
Analizando podemos ver que la primera y quinta plaga afectarán a los hombres identificados por un credo o actitud religiosa. La segunda, tercera y cuarta plagas, serán derramadas sobre objetos físicos y literales, los que al recibir estas plagas afectarán a la humanidad. La sexta y séptima plaga afectarán directamente a la humanidad.
Protección para el pueblo de Dios
Así como fue protegido Israel de las Plagas en Egipto, así será protegido el Pueblo de Dios, cuando estas plagas sean derramadas: “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente…” “No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada” (Salmo 91:1-10).
NOTA: Nuestro Señor Jesucristo se hace manifiesto en la SEXTA PLAGA. Es en este tiempo cuando los santos resucitan y los fieles que estén vivos serán transformados. De esta manera, cuando Jesús lucha contra sus enemigos en el Armagedón (Séptima plaga), los santos ya glorificados miran la recompensa de los impíos” (Salmo 91:8) ¡Gloria sea a nuestro buen Dios!

conocer los tiempos de su venida


Lo que la Iglesia de Dios cree y proclama respecto a la “Segunda venida de Cristo”, es que:
a) Jesús vendrá por segunda vez a la tierra conforme a su promesa.
b) Vendrá en forma personal y visible.
c) Su propósito será glorificar a su Iglesia y establecer su Reino.
La Promesa de Jesús sobre su Retorno
Los discípulos al entender que Jesús les había prometido volver, le preguntaron sobre cómo podrían conocer los tiempos de su venida; entonces les dijo: “…Mirad que nadie os engañe”. Y continuó dando una serie de señales, entre otras: “Muchos dirían, Yo soy el Cristo. Habría guerras, pestilencias, hambres, terremotos, se levantarían muchos falsos profetas, se multiplicaría mucho la maldad, habría asolamiento sobre Jerusalem”, etc. (Mateo 14:4-30).
Jesús vendrá en forma personal y visible
Jesús, después de su muerte y resurrección, ascendió a los cielos. A sus discípulos se les dijo que así vendría, como lo habían visto ir al cielo: “y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le recibió y le quitó de sus ojos. Y estando con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos; los cuales también les dijeron: Varones Galileos ¿qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:9-11).
Jesús ascendió ante la vista de sus discípulos y una nube lo recibió y le quitó de ante sus ojos. Cuando retorne nuevamente, nosotros esperamos verlo porque será visible a los que vivan en ese día: Así esta dicho: “He aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén” (Apocalipsis 1:7).Al venir nuestro Señor Jesucristo resucitarán todos sus santos. Jesús dijo que en el tiempo de su venida enviaría a sus ángeles para que de los cuatro cantones de la tierra los muertos en él resuciten y sean glorificados y suban al encuentro de su Señor.
La promesa de Jesús sobre su segundo advenimiento abarca la declaración de que todos los hombres le verán en su regreso: “Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo con grande poder y gloria” (Mateo 24:30).
Su venida no será silenciosa: “Porque el mismo Señor, con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo…” (I Tesalonicenses 4:16).
“Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y majestad grande” (Lucas 21:25-27).
Jesús vendrá y establecerá su reino sobre la tierra
Este reino será establecido por el Señor Jesús al regresar a la tierra: “Y cuando el Hijo del hombre se sentará sobre el trono de su gloria. Y serán reunidas delante de él todas las gentes…” (Mateo 25:31).
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así. Ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).

Lo que la Iglesia cree y proclama respecto a “El Reino Milenial de Cristo, es que:
a) Cristo reinará literalmente sobre la tierra.
b) El período de su reinado será de mil años.
c) Durante su reino, pondrá a sus enemigos bajo su dominio.
d) Al finalizar este período, Jesús entregará el reino al Padre Celestial.
El Reino de Cristo Literalmente sobre la Tierra
Cuando Jesús cumpla la promesa de venir otra vez a la tierra, asentará sus pies en el monte de las Olivas: “Y afirmaránse sus pies en aquel día sobre el monte de las Olivas que está enfrente de Jerusalem a la parte de oriente…” (Zacarías 14:3,4). Será en este tiempo, cuando se siente en el trono de su gloria: “Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en el trono de su gloria” (Mateo 25:31).
En este tiempo los reinos del mundo serán los reinos de Cristo. El pueblo de los santos del Altísimo reinará con Cristo: “Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno y todos los señoríos le servirán y obedecerán” (Daniel 7:27).
Jerusalem será cabecera de los reinos: “Y acontecerá en los postreros tiempos, que el monte (reino) de la casa de Jehová será constituido por cabecera de montes (reinos) y más alto que los collados, y correrán a él pueblos. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová. Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes gentes hasta muy lejos: y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces: no alzará espada gente contra gente, ni nunca más se ensayarán para la guerra” (Miqueas 4:1-3).Toda la tierra tendrá un solo Rey:“Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre” (Zacarías 14:9).
El Reino del Señor durará mil años
Las palabras “milenial” o “milenio” no se usan en la Biblia, sino que son la definición que el diccionario de nuestro idioma da al período de MIL AÑOS. El reino de nuestro Señor Jesucristo durará mil años, de allí que le demos el nombre de “REINO MILENIAL” o simplemente “Milenio”. Comprobemos: A los justos, se les ha hecho la promesa de reinar con Cristo sobre la tierra (Apocalipsis 5:10), reinando sobre las gentes: “Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las gentes…serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:4-6).
Durante su reino, Cristo someterá a sus enemigos
Durante su reino florecerá la justicia y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna (Salmo 72:7). A este período se le llama la REGENERACION (Mateo 19:28).Pedro le llama TIEMPOS DE LA RESTAURACION DE TODAS LAS COSAS (Hechos 3:21).
Para todo ello, será menester que el mismo Señor someta a todos sus enemigos debajo de sus pies. “Y el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte” (I Corintios 15:25, 26), preparando así la tierra para la siguiente fase del reino, la ETERNIDAD, cuando el Padre Celestial será el todo en todo.


Lo que la Iglesia de Dios cree y proclama respecto a “El Reino Eternal”, es que:
a) Después del Milenio se establece el Reino Eternal de Dios.
b) Es el tiempo de la nueva tierra, donde no habrá adversidad ni límite de tiempo.
c) Al principio del Reino Eternal, la nueva Jerusalem descenderá del cielo.
d) Será el tiempo en que Dios habitará con su pueblo siendo visible para él.
Después del Milenio se establece el Reino Eternal de Dios
Nuestro señor Jesucristo vendrá por segunda vez y entonces establecerá su reino que durará MIL años (Apocalipsis 20:4-6).“Después entregará el reino a Dios el Padre: “Luego el fin (de los mil años), cuando entregará el reino a Dios y al Padre, cuando habrá quitado todo imperio y toda potencia y potestad” ( I Corintios 15:24).
“Luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todo (I Corintios 15:28).Así terminará el Reino Milenial y se iniciará el Reino de la ETERNIDAD.
El tiempo de la Nueva Tierra
El reino milenial de nuestro Señor Jesucristo será el período que se utilizará para acondicionar a la humanidad para el gran momento en que el reino sea entregado al Padre Eterno, siendo renovado el cielo y la tierra hecha nueva:“Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva según sus promesas, en los cuales mora la justicia “ (II Pedro 3:13).
NOTA: La expresión “cielos nuevos y tierra nueva”, significa que, al fin del milenio, la tierra y los cielos que son ahora serán purificados con fuego (II Pedro 3:10-12).Esta será la nueva tierra donde no habrá adversidad: “Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas son pasadas” (Apocalipsis 21:4).
La Nueva Jerusalem Descenderá del Cielo
Al principio del Reino eternal, cuando ya haya cielo nuevo y tierra nueva, la nueva Jerusalem descenderá del cielo:“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra se fueron y el mar ya no es” (Apocalipsis 21:1). “Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido” (Apocalipsis 21:2).Esto significa que del cielo de Dios, descenderá su propio tabernáculo, para que habite el mismo Dios con los hombres.
Dios viviendo entre los hombres será visible ante ellos
El tiempo de la nueva tierra y los nuevos cielos será la bendita eternidad cuando la “Nueva Jerusalem del Cielo” haya descendido a la tierra y el mismo Dios habite entre los hombres y sea visible a ellos: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres y morará con ellos; y ellos serán su pueblo: porque el Señor Todopoderoso es el templo de ella y el Cordero. Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezca en ella: porque la claridad de Dios la iluminó y el Cordero era su lumbrera” (Apocalipsis 21:22,23).
Será en este tiempo cuando tendrán cumplimiento las palabras de Jesús: “Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8).“Y no habrá maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella y sus siervos le servirán, Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes. Y allí no habrá más noche; y no tiene necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol; porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán para siempre jamás. Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas…” (Apocalipsis 22:3-6).